Hace 10 días lo tenía prácticamente decidido y estuvo a punto de decírselo a la Directiva y también a los medios de comunicación. Su idea era hacerlo público después de la final de Copa frente al Athletic de Bilbao, aunque también pensaba que podría adelantárselo unos días al club con el fin de que pudieran trabajar en la plantilla 2012-13.
Ahora ya no lo tiene tan claro y es más partidario de hacerlo en los próximos días con el fin de que todo quede claro y el tema quede aparcado definitivamente ante el tramo final de la temporada donde se lo juegan todo. Es una forma de acallar los continuos rumores que llegan desde los principales clubes del mundo como el que hablaba hace un par de días de una conversación de Abramovich con los representantes del técnico.
Guardiola en estos momentos se inclina por el sí, pero sea cual sea la decisión que tome, será una decisión a regañadientes, ya que los otros argumentos pesarán mucho. Por una parte, Guardiola se siente agotado después de casi cuatro años al frente de este equipo y no sabe si para la próxima campaña, que se presenta muy complicada, tendrá las fuerzas necesarias para afrontarla. También es consciente que si se fuera ahora, se iría por la puerta grande y eso es algo a lo que da mucho valor.
No tiene ninguna duda respecto a sus jugadores. Además, tiene un compromiso moral con algunos futbolistas que se lo han jugado todo por venir a este Barcelona. La recuperación de Tito Vilanova y la enfermedad de Abidal son dos factores que también juegan a favor de que siga.
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